21/10/09

Anglicanos


La Conversión de los anglicanos es un signo portentoso. Podridos estábamos de tanto ecumenismo y aquí surgió un fruto óptimo del mejor. Nunca fui ecuménico, como decía Renaudiere de Paulis, salvo en esta ocasión. No sabemos aún cuántos millones volverán al seno de la Iglesia, pero hechos como éste, me muetran que el fin de los tiempos está lejano. Sencillamente porque todos los días -casi- hay una buena noticia desde Roma o desde alguna parte de la Iglesia. ¿Será el "silencio de media hora" del Apocalipsis?

¿Veremos con nuestros ojos el retorno de la Ortodoxia? De hecho, los anglicanos estaban más lejos, mucho más lejos. Y estas reacciones, pueden desencadenar reacciones en cadena.

Como no evocar aquí al gran Newman, quien con su ejemplo arrastró a muchos y marcó un punto de inflexión en la historia que se escribe hoy. Se puso solución a un cisma de cuatro siglos y aún no se soluciona el tema de Monseñor Lefebvre, de todos modos, está fuertemente encaminado, y son fenómenos que tienen que ver entre sí.


Cardenal Newman y todos los santos y santa de la alegre Inglaterra, rogad por nosotros.